Por si vienen a juzgarnos
Miguel Tadeo
Aníbal Martín
Por si vienen a juzgarnos
Miguel Tadeo
Aníbal Martín
Un techo de higueras, un rayo de luz que lo atraviesa y toca la tierra, el higo maduro, su perfume y la gota de látex que brota de la herida de sus ramas; ahí empieza todo, en esa guerra de la infancia donde la magia y el idealismo combaten por primera vez contra el mundo. ¿Mi mérito? Haber llegado al presente; ser capaz de sucumbir a la contemplación como un fin en sí mismo tras haber recorrido la ruta mil veces descrita de la melancolía, la belleza o la muerte. Precisamente esa contemplación es la herencia que quiero para cada pincelada. No lo que representan las obras, ni lo que simbolizan, ni la técnica utilizada; deseo transmitir de forma inteligible los minutos que medité frente a una imagen, el viaje que realicé sin necesidad de desviar mis pupilas del lienzo y el color que emanó, mitad de la luz, mitad del recuerdo.
Información adicional
Genero: Poesía y Arte
ISBN: 978-84-09-27263-1
Editorial: La Cama Sol
Fecha de impresión: Junio 2021
Número de páginas: 104
Medidas: 170 x 240mm (cerrado)
Miguel Tadeo y Aníbal Martín
Miguel Tadeo se presenta: Nací en 1986 en Logroño y pinto en Madrid, en una estancia no demasiado amplia que sirve al mismo tiempo de salón-comedor y de estudio; un espacio en el que las especias utilizadas para cocinar y la trementina se entremezclan bajo la luz fría que suele bañar los cuadros, los platos y el sofá. Si para empezar tengo que utilizar el verbo ser, soy, como afirmó Andrew Wyeth, «un fanático de la pintura»; considero que esta debería constituir una narración eficaz, razonada, atemporal y mistérica, y quizá por eso disfrute del desnudo: la ausencia de ropa y de elementos decorativos impide situar el cuerpo en un tiempo concreto y subraya la fragilidad del ser humano. Pero todo esto ha venido después; es decir, la pintura, la luz fría de mi salón-comedor, el óleo, los desnudos… Lo primero fue Miguel, un niño de La Rioja que (me veo obligado a citarlo debido al gusto biográfico por las estirpes de artistas) carecía de referentes pintores en la familia; un joven curioso que se empeñó en recibir clases de dibujo porque entendía que debía estudiar Bellas Artes; un chaval que suspendió la prueba de acceso a dicha carrera. Después de tal impacto contra el destino y con polvo de carboncillo aún en las pestañas, tuve que reinventarme, cambiar el rumbo, no volver a hablar en tercera persona; cursé Restauración de Bienes Culturales y posteriormente me especialicé en Documento Gráfico. Estos estudios me hicieron tres regalos: conocimiento, técnica e intimidad —al fin y al cabo, a los restauradores les está prohibido hacer uso de sus habilidades artísticas en aras de la fidelidad a la obra y su creador—.
Aníbal Martín es un escritor, articulista y traductor (de árabe, ruso e inglés). En el campo literario, en el que ha firmado a menudo como Aníbal Jaisért, ha recibido diversos reconocimientos: quedó finalista en el III Premio Orola de Vivencias y obtuvo el Segundo Premio en el mismo concurso al año siguiente; asimismo, fue incluido en la antología del I y III Premio de Microrrelatos del Colectivo Manuel J. Peláez y en las antologías de los certámenes poéticos Homenaje a Miguel Hernández y Microrrelato erótico-romántico de la editorial ArtGerust. A lo largo de estos años ha publicado dos poemarios, Tríptico de la Iberia azul y Relación necesariamente breve de todo lo que ya no existe, y colaborado en diversas publicaciones en papel y digitales como las revistas Umbigo y Ariadna RC y los sitios web Narrativa Breve, Ombligo y aish.es, donde contaba con una sección quincenal de música árabe. Ha escrito ocasionalmente artículos de opinión en medios como eldiario.es y Contrainformacion.es, y en otros de carácter académico, como Hiwar Mediterráneo, además de participar en un proyecto de acercamiento de la literatura a los jóvenes en el marco del programa Natura 2000. Actualmente reside en Barcelona, donde trabaja como traductor y corrector.
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