A Madame Chi

José Ángel Valente
Pío Cabanillas

Imágen del libro "A Madame Chi"

A Madame Chi

José Ángel Valente
Pío Cabanillas

Estos deslumbrantes poemas de amor dialogan con las sensuales fotografías de Pío Cabanillas y quizá sea el parentesco que le une al poeta el que determine la extraordinaria sintonía. Fue Pío quien nos propuso esta aventura y a él le agradecemos que haya llegado a su destino. Sus imágenes casan con la voluptuosidad del mensaje poético aportando miradas y texturas que indagan en la profundidad del deseo. El derroche de color responde al amor apasionado que no ha sucumbido ni al paso del tiempo ni a la ausencia del amado y las diferentes series añaden matices que dibujan todo el arco amatorio.

Este primer volumen de la colección de poesía y fotografía de La Cama Sol reúne a José Ángel Valente con el fotógrafo Pío Cabanillas en torno a los poemas de amor que el gran poeta escribió desde 1972 hasta su fallecimiento en el año 2000. La destinataria y la musa de estos poemas fue Coral, su mujer, con la excepción de No me dejes vivir, que, aunque escrito con anterioridad, está recogido en este libro por la especial significación que tuvo para la pareja.

Información adicional

Genero: Poesía y Arte

ISBN: 978-84-09-19273-1

Editorial: La Cama Sol

Fecha de impresión: Oct 2020

Número de páginas: 104

Medidas: 170 x 240mm

José Ángel Valente y Pío Cabanillas

José Ángel Valente fue uno de los escritores españoles más importantes de la literatura de posguerra. Vivió en Oxford, Ginebra y París, y en los años 80 decidió instalarse en Almería, ciudad a la que estuvo estrechamente vinculado hasta su muerte. Aunque se le considera como uno de los grandes poetas de la generación de los años 50, su obra poética, muy personal, es difícil de encasillar. Su residencia en Reino Unido y Francia causó un alejamiento físico y espiritual, lo que, unido a una obra especialmente original, hacen de Valente un autor único y ajeno a escuelas o tendencias. Alejado de la poesía realista de autores anteriores, en Valente se reconoce un único y esencial compromiso, el que tiene con la palabra, sin que ello quiera decir que se aleje del compromiso ético que atraviesa a la mejor literatura española de posguerra. Toda su obra en verso y prosa conduce a un sentimiento y proceso de interiorización que gira en torno a un concepto muy personal de la poesía: “La poesía no sólo no es comunicación; es antes que nada o mucho antes de que pueda llegar a ser comunicada, incomunicación, cosa para andar en lo oculto”. Entre sus libros de poesía destacan “A modo de esperanza” (1954), “Poemas a Lázaro” (1960), “La memoria y los signos” (1966), “Material Memoria” (1979), “Mandorla” (1982), “El fulgor” (1984), “Al dios del lugar” (1989), “No amanece el cantor” (1992, Premio Nacional de Poesía) y “Fragmentos de un libro futuro” (2000, Premio Nacional de Poesía a título póstumo). También es autor de ensayos, recogidos principalmente en “Las palabras de la tribu” (1971) y “La piedra y el centro” (1983). Además, colaboró con pintores como Antonio Saura y Antoni Tàpies como autor de libros de arte. Reconocido desde muy joven con premios como el Adonáis o el de la Crítica, en 1988 recibió los Premios Príncipe de Asturias de las Letras y Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.

Pío Cabanillas es un artista nacido en Madrid en 1958 centrado en la fotografía documental, específicamente en la exploración de la naturaleza en su multiplicidad de colores, texturas y formas. Los trabajos sobre el mundo natural, desde una óptica conceptual, tienen como ejes fundamentales la luz, el encuadre y la descontextualización del tema fotografiado. Su identificación, peso o tamaño no es tan relevante como las emociones provocadas en el espectador a través de una perspectiva original pero complementaria de nuestro entorno. Las imágenes, pertenecen en su mayoría a dos series, GEA (2017), y SURCOS (2018), con algunas otras fotografías inéditas. Están tomadas en distintos enclaves de los cinco continentes, Canadá, USA, Perú, Bolivia o Chile, en América; Kenya en África; Australia en Oceanía; Pakistán en Asia; Islandia, Groenlandia y, por supuesto, España, en Europa. Pero su localización es lo de menos. Se trata de expresar la belleza de la naturaleza desde el detalle, los azares del mundo natural dibujados por la acción de los elementos, el viento, el agua, el sol o el fuego. Pocas fórmulas o movimientos de creatividad plástica pueden surgir de la mente humana que no encuentren su expresión o inspiración en la propia naturaleza. Y menos aún que puedan igualar su grandeza y emotividad. Se trata de acercarse al paisaje de una manera diferente, más abstracta, ajena en lo posible a la mano del hombre. De ahí el constante estudio y búsqueda de nuevos enfoques y composiciones en los distintos escenarios.

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