El rapto

Maram al-Masri
Rafael Canogar

Imagen de la cubierta de "El rapto", Fuera de serie

El rapto

Maram al-Masri
Rafael Canogar

Este libro nació de un encuentro entre la obra del pintor Rafael Canogar y la poesía de Maram al-Masri, una de las voces árabes más singulares. Poeta siria residente en Francia desde 1982, y afincada en París, ha sido nominada varias veces para el Premio Nobel de Literatura. Pero las biografías apenas delatan las vidas, sólo arrojan fechas. Lo hacen con mucha más intensidad los poemas. Los de Maram son desgarradores, carnales, llenos de fuego y de hielo. Hablan de la hembra, de la madre, sobre todo hablan de la mujer a la que robaron su hijo.

Información adicional

Genero: Ediciones Especiales

ISBN: Sin registro

Editorial: La Cama Sol

Fecha de impresión: 2020

Número de páginas: 40

Medidas: 340 x 470 mm

Maram al-Masri y Rafael Canogar

Maram al-Masri nacida en la ciudad costera de Latakia en el seno de una conocida familia musulmana sunita, estudió literatura inglesa en Damasco, aunque interrumpió sus estudios cuando se enamoró de un hombre de fe cristiana. La relación fracasó debido a la oposición de la familia de él (el matrimonio interconfesional estaba prohibido en la ley siria para las mujeres musulmanas). En 1982, Maram al-Masri emigró a Francia, donde se casó con un sirio, del que se divorció más tarde. En su libro El rapto, retoma el tema de no haber podido ver a su hijo durante 13 años, porque su padre lo llevó a Siria después de que se volviera a casar. Su primera colección se publicó en Damasco en 1984 bajo el título Te advertí con una paloma blanca, pero su avance público llegó en 1997 con el libro Una cereza roja sobre suelo de baldosas blancas, publicado por el Ministerio de Cultura de Túnez, por ser considerado “demasiado erótico” por los editores sirios. En 2002 el libro fue publicado en una traducción al español con varias reimpresiones, y poco después aparecieron las traducciones en francés e inglés. Su poesía ha sido descrita como “escritura directa y sin adornos, con énfasis en lo cotidiano”, donde la “utilización de metáforas simples, casi infantiles, contrasta fuertemente con las convenciones de la poesía de amor árabe tradicional”. “Que una mujer escriba tan sin reservas sobre el sexo” también “le da una cualidad nueva e inesperada” a su poesía. The Guardian la describió como “una poeta de amor cuyo verso no escatima la verdad de las alegrías y el despiadado amor”. Este es el tercer libro que publicamos de esta poeta, después de El Retorno (2019) y El Rapto (2020), un libro inédito también en español, con unas veinticinco obras del gran pintor Rafael Canogar.

Rafael Canogar es uno de los artistas más singulares y representativos del arte español de la segunda mitad del siglo XX. Creador de una obra muy personal, y que no se puede clasificar dentro de un estilo determinado, posee unos rasgos distintivos que serán constantes a lo largo de su trayectoria: el gesto, la materia y el color. Son elementos que se despliegan a través de una estética informal, figurativa o abstracta. Nació en Toledo en 1935. A partir de 1948 estudia con el gran pintor Daniel Vázquez Díaz, y acude por las tardes a las clases de dibujo del Círculo de Bellas Artes. En 1954 realiza su primera exposición individual en la sala Altamira, donde entra en contacto con el crítico y poeta Manolo Conde, con quien viaja a París e Italia, donde conoce las corrientes artísticas mas vitales del momento, y expone en Florencia, siendo invitado a las Bienales de Alejandría y de Venecia. A partir de ese momento, orienta su obra hacia la abstracción informalista. Es uno de los fundadores, en 1957, del grupo “El Paso”, con un enorme impacto en la evolución de la pintura española. Tras exponer en la galería Biosca de Madrid, en 1964, abandona el informalismo y comienza a trabajar con temas tomados de los medios de comunicación, dentro de una estética no ajena al arte pop. A partir de 1967, esta tendencia deriva hacia una pintura de denuncia social en tres dimensiones, y entre 1967 y 1975, estas escenas urbanas adquieren una tercera dimensión y los colores se reducen a la gama de grises y negros. Se trata de “los relieves”, construcciones monocromas a medio camino entre la pintura y la escultura, realizadas a partir de vaciados en materiales como madera, fibra de vidrio y poliéster. En 1975, abandona esta producción y decide volver a la abstracción, adentrándose en unas fórmulas cromáticas donde lo geométrico alcanza especial significación, inundando sus obras de matices a través de la materia pictórica y la gama cromática. La obra de Canogar está presente en los principales museos y colecciones del mundo, y él ha sido merecedor de múltiples distinciones que reconocen la aportación de uno de los grandes artistas españoles del ultimo siglo. Su obra está o ha estado presente en 128 museos y colecciones de 26 países.

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